EL MINEDU (2014: 10) Concibe que la programación
curricular es el acto de anticipar, organizar y decidir cursos variados y
flexibles de acción que propicien determinados aprendizajes en nuestros
estudiantes, teniendo en cuenta sus aptitudes, sus contextos y sus diferencias,
la naturaleza de
los aprendizajes fundamentales y sus competencias y capacidades a lograr, así
como las múltiples exigencias y posibilidades que propone la pedagogía -estrategias
didácticas y enfoques- en cada caso. El buen dominio por
parte del docente de estos tres aspectos -estudiantes, aprendizajes y pedagogía
es esencial para que su conjugación dé como resultado una planificación pertinente,
bien sustentada y cuyas probabilidades de ser efectiva en el aula resulten
bastante altas.
En relación a lo que manifiesta el Minedu, se puede
hacer un paráfrasis que La programación curricular es un proceso de previsión,
selección y organización de
las capacidades, conocimientos y actitudes, acompañadas de indicadores de
logro, estrategias metodológicas y otros elementos que buscan garantizar
un trabajo sistemático
en el aula para generar experiencias de aprendizaje y enseñanza pertinentes. Es
una tarea particular que realiza cada docente, tomando en cuenta las
características del grupo de estudiantes que tiene a su cargo, así como los
escenarios socioculturales y psicolingüísticos.
Según el Diseño curricular de Educación superior de
formación inicial docente (2010: 37) señala: "Programación curricular es
la preparación anticipada de una serie de acciones que realizarán docentes y
estudiantes, que incluye el conocimiento del
contexto, las demandas de la sociedad actual para el logro de las
competencias". Por tanto, la programación curricular no puede estar
supeditada a la intuición ni a la arbitrariedad de acciones. Lo esencial es el
desarrollo de capacidades, actitudes y contenidos educativos.
Esta etapa considera la elaboración del Programación
curricular del área y de las unidades didácticas, en el caso del ámbito escolar
y del Plan de Estudios, en el caso de la educación superior. Es la etapa de
previsión de los diversos elementos curriculares que contendrá el diseño
curricular.
ROSSI, E. (1991: 16) dijo: "En este documento se
consigna "
todo aquello
que haga posible un adecuado desarrollo del proceso de enseñanza – aprendizaje y
como consecuencia de ello se logre los objetivos o competencias educativas
deseadas"
A manera de conclusión de puede decir que la
programación curricular es el trabajo de
organización que realiza el o los docentes con el fin de componer en un todo
sistemático, y con vistas a impartir una acción formativa, todos los elementos
de que dispone en función de la consecución de los objetivos de aprendizaje.
La programación es una parte o aspecto del diseño del
currículo cuya Responsabilidad recae
de modo directo en el profesorado de un departamento y que es consecuencia y
viene limitada por una cadena de decisiones curriculares previas adoptadas en
otros ámbitos o subsistemas de decisión curricular.
IMPORTANCIA DE LA PROGRAMACION CURRICULAR
Como instrumento de planificación, reflexión y
orientación, evidentemente la programación sirve en definitiva como elemento
que permite aumentar la conciencia del profesor sobre
su práctica educativa y por tanto como instrumento a través del cual se
articula la mejora de la calidad de
educación.
La necesidad de una adecuada programación nos ayudará
a:
·
Eliminar el azar y la improvisación.
·
Eliminar programas incompletos,
ya que instaura una reflexión sobre la secuenciación y temporalización de
objetivos, contenidos y actividades.
·
Evitará la pérdida de tiempo y rentabilizará nuestros
esfuerzos.
·
Sistematizará, ordenará y concretará lo establecido
con carácter general
en los proyectos curriculares.
·
Permitirá adaptar el trabajo pedagógico a las
características culturales y ambientales del contexto.
·
Permite asegurar la coherencia entre las intenciones
educativas de la institución y la práctica docente.
CARACTERÍSTICAS DE LA PROGRAMACIÓN CURRICULAR
STENHOUSE, L (1987: 25) Manifiesta que cualquier
programación es una hipótesis de
trabajo, en la medida que no existen certezas de que lo planificado se vaya a
desarrollar tal como se ha pensado. Sin embargo para que esta sea más
pertinente o se ajuste más a la realidad, es necesario partir siempre de un
diagnóstico de la situación y deducir de este análisis previo las metas y
procedimientos, que después deberán cotejarse con la realidad.
Cuando hay señales de
que lo planificado no está produciendo los efectos esperados, los planes pueden
entrar en revisión y modificación, generalmente a partir de un retorno al
diagnóstico de la situación inicial. El desfase puede ocurrir porque el
diagnóstico no fue del todo acertado o porque la realidad fue cambiando en el
curso de la acción y aparecieron elementos inesperados, hecho perfectamente
posible tratándose de seres humanos diversos en sus aptitudes, sus
temperamentos, su sensibilidad o su perspectiva de las cosas. Entonces, se debe
tener presente que toda planificación tiene situaciones imprevistas, lo cual
debe reconocerse como algo natural en el proceso de enseñanza aprendizaje. En
ese sentido toda programación curricular debe ser un proceso dinámico, abierto
y flexible.
Lo anterior exige del docente tener plena consciencia
de la complejidad del proceso de aprendizaje, de la imposibilidad de prever
todas las reacciones y respuestas de los estudiantes a las experiencias
previstas ni todas las situaciones inesperadas que se puedan generar en el aula
en el transcurso de una actividad. Lo imprevisto puede abrir nuevas y mejores
posibilidades a la enseñanza o, en su defecto, podría ser la señal de que el
plan no está funcionando como se esperaba. En ese sentido, toda planificación
debe estar abierta a revisar los supuestos de los que parte y a modificarse, en
parte o en todo, cuan-do su aplicación aporta evidencias de
esta necesidad.
Esta revisión y cambios pueden hacerse sobre la
marcha, cada vez que sea necesario, y también como consecuencia de la
evaluación que se realiza durante el trascurso de las sesiones o de la
unidad didáctica.
Se trata de sacar conclusiones acerca de la efectividad de las estrategias
empleadas y de lo que realmente están aprendiendo los estudiantes. Por lo
tanto, desde la etapa de programación el docente debe saber que no hay certezas
absolutas y que debe prepararse para lo inesperado, previendo algunas
alternativas.
Es menester hacer hincapié que la programación
curricular es, ante todo, un instrumento de planificación de la actividad
pedagógica. Por ello es necesario que tenga unas características generales, de
las que se pueden destacar las siguientes:
·
1. Adecuación.
La Programación curricular debe adecuarse a un
determinado contexto, como es el entorno social y cultural del centro, las
características del alumnado, la experiencia previa del profesor, lo que
implica tener en cuenta los aspectos más relevantes de dicho contexto que
puedan incidir de forma significativa en los elementos que la componen.
Esta especial atención al
contexto permite atender las necesidades especiales de los distintos
alumnos/as. Así es que la Programación deberá prever medidas para dar respuesta
a los alumnos/as que presenten importantes dificultades de aprendizajes, bien
sea por sus carencias, bien sea por ser extranjeros, pertenecer a grupos marginados,
etc.
Del mismo modo, y dentro de este grupo de alumnos/as
con necesidades educativas especiales, habrá que prever la existencia de
alumnos/as superdotados.
·
2. Concreción
La Programación debe concretar el plan de actuación
que se ha de llevar a cabo en el aula, para que resulte un instrumento
realmente útil. Para ello debe contar con todos los elementos que se
desarrollan en el apartado.
Peñaloza (2000), citado por Mendo, J (2014: 108)
escribió
"El currículo es el primer nivel de concreción de
concepción de la educación" y que dicho currículo consiste en la previsión
de los aspectos más generales de la labor educativa, sobre todo de la
concepción de la estructura curricular "integral" y del enfoque
metodológico que la sostiene. La manera como sostienen los estudiantes, el uso
de materiales educativos, las diversas formas de evaluación que se emplean,
eso, afirma contundentemente Peñaloza "No forma parte del currículo"
sino de sus modos de operación y/o concreción.
·
3. Flexibilidad.
Aparentemente contradictoria con la característica de
la concreción, pero no es así. A pesar de ser un propósito concreto,
debe entenderse como un plan de actuación abierto, como una hipótesis de
trabajo que puede y debe ser revisado, parcialmente o en su conjunto, cuando se
detecten problemas o situaciones no previstas que requieran introducir cambios
durante el proceso de enseñanza-aprendizaje. Por tanto, hay que tener
preparados los instrumentos de retroalimentación y
de actuación alternativas.
·
4. Viabilidad
Es necesario que la Programación sea viable para que
pueda cumplir adecuadamente con sus funciones, que se ajuste al tiempo
disponible, que se cuente con los espacios y recursos previstos para llevar a
cabo las actuaciones programadas y que la realización de las distintas
actuaciones esté al alcance y la revisión permanente de la propia práctica
docente son referentes fundamentales para asegurar una Programación realista.
No podemos diseñar una programación que luego no se pueda llevar a cabo.
·
5. Abierto
Está concebido a la incorporación de competencias,
capacidades, conocimientos y actitudes que hagan pertinente a la realidad
respetando a la diversidad.
LAS PREGUNTAS QUE TODA PLANIFICACIÓN DEBE RESPONDER
Existen una diversidad de modelos o
formatos para poner por escrito todo el proceso reflexivo, analítico y creativo
previo de diseño de un proceso o episodio de enseñanza y aprendizaje en el
aula. Sin embargo, cualquiera sea el formato utilizado, existe un conjunto de
preguntas básicas que no deben dejar de responderse:
1. ¿Qué van a aprender? (contenidos educativos,
competencias, capacidades indicadores)
2. ¿Quiénes son los que van a aprender? (contexto
sociocultural, diferencias en el
aprendizaje y características en el aula)
3. ¿Cómo vamos a conseguir que aprendan? (estrategias,
metodologías)
4. ¿Con qué recursos? (materiales y recursos
educativos)
5. ¿En cuánto tiempo? (estimar las horas, días,
semanas, meses que sean necesarios)
6. ¿Dónde ocurrirá? (escenarios de aprendizaje)
7. ¿Cómo verificaremos los progresos, dificultades y
logros de los estudiantes? (evaluación)
8. ¿Cómo atenderemos las diferencias? (estrategias
diferenciadas)
9. ¿Qué haremos para que nadie se quede atrás?
(estrategias específicas según los casos)
LOS SEIS COMPONENTES A PREVER EN LA PLANIFICACIÓN
Como se menciona en la definición del concepto de
planificación, deben hacerse las previsiones específicas y las estimaciones de
tiempo necesarias respecto a los componentes recurrentes característicos de
todo proceso pedagógico orientado al desarrollo de competencias y que pueden
concebirse desde la programación anual y la unidad didáctica,
y se operativizan o evidencian en las sesiones:
a. Problematización. Hay que escoger
cuidadosamente la situación que se propondrá como desafío inicial de todo el
proceso y/o de cada clase o
unidad de aprendizaje. La forma que adopte este planteamiento dependerá en
buena medida de la estrategia elegida: taller, laboratorio, proyecto, foro, juego de
roles, estudio de casos, ABP, etc.
b. Propósito y organización. Hay que
prever el momento para comunicar los propósitos de la unidad y los aprendizajes
que se lograrán y organizar el tipo de actividades y tareas requeridas para
resolver el reto. Esto exige conocer los recursos disponibles: textos, cuadernos
de trabajo, kit de ciencia, biblioteca de
aula, mapas,
laptop XO, etc., o los que son propios de la escuela y
prever los que se usarían.
c. Motivación/interés/incentivo. Esto no solo
significa planificar las actividades para generar la motivación,
el interés o algún incentivo. Además, supone redefinir el rol del docente a lo
largo de todo el proceso para que el interés no decaiga y que ninguno se
desenganche de la actividad, desmotivado por alguna dificultad. Mantener en
alto la motivación o
el interés por la tarea, le exige al docente poner mucha atención a los
aciertos y errores de los estudiantes, para que su acción incentivadora tenga
base en las posibilidades de cada uno.
d. Saberes previos. Hay que prever
el momento y la estrategia más adecuada tanto para recuperar saberes previos
como para utilizar-los en el diseño o rediseño de la clase. Para esto hay que
prever asimismo un medio de registro de
las ideas, valoraciones y experiencias previas de los alumnos, a fin de poder hacer
referencia a ellas a lo largo del proceso.
e. Gestión y acompañamiento del desarrollo de las
competencias. Hay que anticipar las estrategias a utilizar en el
proceso de enseñanza y aprendizaje; pero sobre todo es necesario generar
interacciones de calidad que faciliten el aprendizaje en todos los estudiantes
y que garanticen formas de apoyo a los estudiantes con dificultades. De igual
forma, se deben anticipar las estrategias y los momentos de retro-alimentación al
grupo, durante el proceso y al final.
h. Evaluación. El recojo frecuente de
información acerca del progreso de los aprendizajes de los estudiantes es lo
que hará que la programación cumpla con sus tres características básicas
(flexible, abierta, cíclica). Este recojo es considerado por muchos un elemento
clave para producir mayores logros de aprendizaje. Por otro lado, hay que
prever las estrategias de evaluación formativa y certificadora o sumativa para
cada aprendizaje programado. Esta última debe basarse en buenas descripciones
de los desempeños esperados, a fin de que las calificaciones puedan estar
sustentadas en evidencias objetivas del progreso de los estudiantes,
recolectadas a lo largo del proceso. Hay que tomar previsiones para hacer eso.
Según ROSSI QUIROZ, Elías. (1991: 86) La programación
curricular involucra las siguientes tareas:
·
Elaboración del diseño del plan curricular.
·
Redacción de contenidos de los aspectos, segmentos e
indicadores considerados en el diagnóstico de la realidad o del entorno y en
los fundamentos de la formación de los alumnos, de los marcos doctrinarios
·
Redacción de contenidos relacionados con la programación
curricular.