Al igual que la educación primaria se va
haciendo más exigente, la educación preescolar se va haciendo más compleja.
Para que los niños lleguen bien preparados a primaria necesitan adquirir más
conocimientos y nuevas habilidades, reduciendo en ocasiones el tiempo dedicado
al juego, para dar prioridad a otras actividades en el aula.
Sin embargo, para los niños pequeños el juego
es una forma de aprendizaje muy útil, por lo que no es conveniente suprimir
este tipo de actividades, sino encauzarlas a través de distintos materiales
didácticos para preescolar y de la guía del profesor para que los
niños puedan sacar el máximo provecho del tiempo de juego. Jugar aporta muchos
beneficios a los niños en edad preescolar.
La evolución de la forma de jugar en el aula
A medida que los niños crecen su forma de
jugar se hace más elaborada. Hasta los 2 años el niño utiliza el juego para
descubrirse a sí mismo. En esta etapa la interacción con otros niños es casi
inexistente.
Entre los 2 y los 2 años y medio, el niño
comienza a observar el comportamiento de los demás y a imitarlo, aunque aún no
suela unirse a los juegos. A medida que crece el niño empieza a interactuar más
con sus compañeros y comienza a participar en juegos cooperativos.
Entre los 4 y los 5 años los niños son más
proclives a encontrar compañeros de juego con intereses comunes y a jugar en
grupos. Esto fomenta el aprendizaje de las dinámicas de grupo y el uso de las
normas como base para conseguir una interacción eficaz entre los distintos
participantes de los juegos.
Los juegos y la labor del profesor
La labor del profesor en preescolar es la de
facilitar que el entorno permita a los niños estar a gusto y desarrollar juegos
acordes a sus necesidades en función de su edad y sus intereses. También deberá
diseñar juegos que permitan a los niños adquirir los conocimientos que
necesitarán para iniciar la primaria, aprovechando el juego como método de
aprendizaje.
Para ello puede valerse de distintos tipos de
juegos:
Creativos:
Desde juegos en los que los niños se disfracen
para recrear
fábulas y actuar como sus personajes, hasta la creación de pequeñas
obras de teatro en las que los niños actúen como adultos y tomen distintos
papeles, los juegos en los que la imaginación es protagonista estimulan la
creatividad de los más pequeños.
Físicos:
Juegos en los que esté involucrado todo el
cuerpo, como bailar, jugar a la pelota, correr, el escondite o saltar a la
cuerda, permiten a los niños tener un mejor control y conocimiento de su cuerpo
y de sus habilidades físicas.
Manuales:
Los juegos en los que se utilizan las manos,
como los bloques, la plastilina, pintar o armar puzzles son muy importantes en
esta etapa, pues los niños desarrollan su motricidad y su habilidad para
manipular con precisión los objetos que lo rodean, además de estimular su
creatividad, su imaginación y su capacidad para resolver problemas.
Estas tres grandes categorías no están
aisladas, sino que pueden combinarse para que los niños desarrollen distintas
actividades que estimulen su mente, los hagan más hábiles y además los
diviertan.
El juego es muy importante para adquirir y
afianzar los conocimiento. Los niños son más proclives a querer participar de
las actividades y retienen mejor lo aprendido al asociarlo con experiencias
positivas. Por eso debe fomentarse el juego en preescolar, para que los más
pequeños puedan desarrollarse a través del mismo, tengan una mejor percepción
de sus habilidades y aprendan a relacionarse con su entorno.