En el marco del proceso de enseñanza-aprendizaje, el
monitoreo es el recojo y análisis de información de los procesos y productos
pedagógicos para la adecuada toma de decisiones. Asimismo, puede definirse como
un proceso organizado para verificar que una actividad o una secuencia de
actividades programadas durante el año escolar transcurran como fueron
programadas y dentro de un determinado periodo de tiempo.
Sus resultados
permiten identificar logros y debilidades para una toma de decisiones a favor
de la continuidad de las actividades y/o recomendar medidas correctivas a fin
de optimizar los resultados orientados a los logros de los aprendizajes de los
estudiantes. El monitoreo es un proceso que permite la toma de decisiones para
la mejora de la gestión.
Se trata de un elemento transversal en el Marco del
Buen Desempeño Directivo en dos dimensiones: (a) la de «gestión de las
condiciones para la mejora de los aprendizajes» y (b) la de «orientación de los
procesos pedagógicos para la mejora de los aprendizajes». En otras palabras,
monitorea y orienta el uso de estrategias y recursos metodológicos, así como el
uso efectivo del tiempo y los materiales educativos, en función del logro de
las metas de aprendizaje de los estudiantes y considerando la atención de sus
necesidades específicas, entre otros.